Que sí, que primero fue TikTok, luego Twitch y ahora Clubhouse. Y que cada 2×3 habrá una red a la que seguirle la pista…
¿Pero qué tiene Clubhouse que a todos enamora?
Ficha técnica para dummies.
- Por ahora es una app para iOS y Android.
- Primero tienes que descargar la app y crear un usuario.
- Pero para usarla necesitas que alguien que ya pertenece a Clubhouse te invite… O apuntarte a la lista de espera, ¡y esperar a que te toque!
- Una vez dentro puedes participar en salas o foros de debate.
- Dentro de ellas podrás escuchar y ver el perfil de los ponentes.
- Si quieres hablar puedes pedir el turno de palabra y el moderador decidirá si te la concede.
La tormenta perfecta.
Primero, tienen que darse las condiciones adecuadas para que algo triunfe. Qué te voy a decir a ti, emprendedor que me estás leyendo, ¿no?
Bien, pues este año raro de pandemia ha sido el inicio del la era del audio.
La explosión del podcast y una nueva forma de consumir contenidos que parecía reservada solo a los más boomers, ha hecho que nos planteemos nuevas maneras de lanzar nuestros mensajes y que busquemos nuevas formas de entretenimiento.
Igual que pasó con TikTok. Que ya triunfaba en EEUU y algún early adopter teníamos en España, pero hasta que no explotó la pandemia y estuvimos confinados unos meses, no despegó en nuestro país.
El efecto VIP de Clubhouse.
«Solo caben 100» «Solo para los primeros» «Solo con invitación».
¿Qué te dice esto? ¿Qué sientes? Que te lo vas a perder, que por favor que te inviten, que cómo-puede-ser-que-tú-no-estás-dentro.
Se está atacando al sesgo de la aversión a la pérdida (otro día hablamos de los sesgos cognitivos). Nos duele más perder que ganar. Así que si hay algo en lo que no podemos formar parte, nos hace pupa.
Y al sentido de pertenencia. Somos seres sociales, queremos sentirnos parte de un grupo (¿un club?) pero de eso hablaremos más adelante.
Y aquí Clubhouse ha sido muy listo, porque en esta primera etapa han jugado una estrategia de «solo bajo invitación» que podría haberles salido muy mal o muy bien como hasta ahora.
Puedes hacer dos cosas: te la juegas a mainstream y lo pones en abierto para todos, o te la juegas a «vip» pero veamos si la gente quiere entrar.
El club privado de intelectuales.
Pues como ves, si hacemos una app —solo para IOs, never forget—, en la que tienes que entrar bajo invitación, y en la que se entra en grupitos privados para debatir temas interesantes… Nos ponemos en la cresta de la ola. No estoy diciendo que sea el nuevo club de autores parisinos como aquellos que se formaban en Montmartre, pero oye, estamos en la era digital.
En fin, lo más parecido a lo que viene siendo «hacerse el interesante», tener caché.
Que te copien is the new black.
Y la confirmación de que te has encumbrado es cuando las demás redes se ponen a copiar tu funcionalidad —en este caso Twitter con Spaces—.
Como llevamos viendo desde hace tiempo, en un intento desesperado de no perder cuota de usuarios, las redes más mainstream empiezan a incluir todo lo que mola de las redes más nuevas y gamberras. Lo hemos visto con Snapchat, con TikTok y ahora con Clubhouse.
¿Mal para Clubhouse? Pues sí y no, porque cuando tu amiga se compra esos pantalones que estrenaste el otro día será porque has elegido bien, ¿no? 😉
Que te copien las grandes como validación de que lo estás haciendo bien… ¿yes or not?
Tus primeros pasos en Clubhouse.
¿Cómo se organiza Clubhouse?
Por temas (topics), por clubs (comunidades de usuarios interesados en ciertos temas), por salas (rooms) donde se producen las conversaciones y por eventos (events) que únicamente pueden ser públicos.
¿Qué tienes que saber de las salas?
Lo primero es que pueden ser privadas o públicas. Las salas pueden ser para un club (donde solo pueden acceder sus miembros), para una comunidad (personas que sigues) o estar abiertas a cualquiera que quiera entrar.
Y muy importante: son efímeras. Cuando la sala se cierra, desaparece todo lo que se ha hablado en ella, aunque Clubhouse guarda una copia en sus servidores durante unas horas.
¿Cómo se abre una sala?
Una sala de Clubhouse se abre desde la pantalla de inicio (holloway). Pulsas «start a room» y eliges si va estar open (pública), social (para las personas que sigues) o closed (para personas de un club).
¿Cómo agendar una sala?
Haz clic en el icono del calendario y pulsa «new event». Elige nombre, descripción, fecha y hora, ¡e invita a otras personas a participar o moderar el evento!
Quién es quién en Clubhouse.
Moderadores.
Solo serás moderador si abres tu la sala o si alguien te hace «co-moderador» (cohost). Tus súper poderes serán bloquear usuarios, echarlos de una sala, denunciar un mal comportamiento, denunciar un problema, subir a los oyentes a un escenario o bajarlos de él.
Que sí, que mola ser moderador, pero acuérdate que tendrás que dinamizar la conversación y no sea un muermo.
Oradores (speakers).
Los oradores serán los moderadores y los oyentes que éstos autoricen para hablar. ¡Importante! Hasta que no sea tu turno, silencia tu micrófono.
Oyentes (listeners).
A no ser que crees una sala o te hagan comoderador, cada vez que entres en una sala participarás como oyente. Pero no te preocupes, ¡puedes hablar! Solo tendrás que pedir la palabra levantando la mano, eso sí, los moderadores valorarán si te permiten «subir al escenario» para hablar 😉
¡Dale al auricular!
Ahora que ya sabes qué es Clubhouse y que viene pisando fuerte, dale fuerte y empápate de debates y nuevas formas de comunicar. Seguro que aprendes algo nuevo, conoces a gente o se te ocurre cómo generar contenidos en esta nueva red social.
Y si todavía no lo sabes, en Lanzadera te ayudamos con tu proyecto emprendedor, con mentorías y formaciones en marketing y otras áreas de negocio.