Deja que contesten a la pregunta con otra pregunta: ¿Cuántas veces le han dicho que sea ‘un hombre’ y cuántas veces lo ha intentado? O mejor aún… ¿Cuántas lo ha conseguido, machote, campeón, crack, fiera, máquina, artista, mastodonte, dinosaurio?
Tranqui, les pasa a todos. Es lo que tiene la masculinidad ‘tradicional’. Sí, hombre… La que les obliga a ser fuertes pero tiene miedo a dejarles sentir. Esa que pretende que sean los tíos más guapos y exitosos del mundo a costa de que se sientan todo lo contrario. La misma que les dice que deben cuidar a los demás, pero se olvida de que ellos también deben cuidarse.
Miren, hablando claro, en DisMANtle vienen a desmantelarles. Bueno, en realidad no van a desmantelarles a ellos, eso sería un poco heavy. Pero sí a la idea que tienen de sí mismos. ¿Cómo? Fácil: poniéndose en su piel. Literalmente.
Para que su pelazo refleje lo que hay debajo, que tener la piel fina no sea algo malo, sino deseable, y que estar bien por dentro sea igual de importante que estar bien por fuera. Para que puedan cuidarse y dejarse cuidar, y que lo que les hace un hombre lo decidan ellos.
Si también están cansados del ‘no hay huevos’, que se pongan en su piel y dejen que les ayuden, que hay cosas que uno solo no puede. Para eso son su nueva marca de cuidado personal, ¿no?