Transforma residuos orgánicos vegetales de otras industrias alimentarias en materias primas de alto valor añadido (proteína, biofertilizantes, lípidos y quitina) a través de insectos.
El Tenebrio molitor, comúnmente conocido como gusano de la harina, es un potente bioconversor. Su ciclo de vida se inicia siendo huevos, que eclosionan pasando a ser larvas, que pupan y luego se transforman en escarabajos, que vuelven a poner huevos. Cada ciclo tiene una duración aproximada de 3 meses.
Estos insectos son criados en granjas en altura. Usamos bioresiduos para alimentar a los insectos. En el proceso apenas se consume agua y no hacen falta grandes extensiones de terreno. De la fase larvaria es de donde se obtienen materias primas requeridas por empresas que hacen productos para alimentación animal y humana, así como en el sector farma y de cosmética. Sus productos tienen una huella de carbono cercana a cero.
Funciona con un modelo de producción descentralizada con varias granjas en el territorio nacional, donde enviamos colonias de neonatos del insecto Tenebrio molitor a otras granjas «Protigranjas» el engorde de larvas. La empresa se encarga de todo, desde la formación a los nuevos «Proticultores», el aprovisionamiento de la maquinaria y la tecnología necesaria para el engorde, así como del procesado del producto final y de su comercialización.
Ha desarrollado tecnología punta para optimizar el proceso reproductivo de insectos a través de la biotecnología. Sus instalaciones en Villamalea (Albacete) están dedicadas a la producción masiva de neonatos de Tenebrio molitor.