Como dice la canción de Sabina, nos sobran los motivos para estar arrancando de dos en dos, las hojas del calendario ante la llegada del año 2021.
Un año que, como nunca, es una esperanza. Es la luz al final del túnel, ese túnel que no debemos dejar de crear sin mirar atrás, sin detenernos, sin calibrar el esfuerzo en función de los demás…
Nos sobran los motivos para arrancar de dos en dos las hojas del calendario…
La fuerza del gen emprendedor
Para nuestros emprendedores este año 2020 que languidece ha sido un año convulso, que pasó de un “no saber que pasa” a darse de bruces con una realidad salida de una peli serie B de ciencia ficción.
Una peli a la que rápidamente han “mirado a los ojos” y con ese gen que solo los emprendedor@s tienen, han sido capaces de sacar lo mejor de sí mismos para reinventarse y adaptarse a una situación de la que no tenemos histórico y que no hay gurú que sea capaz de proyectar.
Para Lanzadera ha supuesto un reto mayúsculo
Reto por dar lo mejor de nosotros mismos para darle la vuelta a una situación extremadamente difícil, en circunstancias nada favorables y con un entorno en estado de hibernación que por momentos te hacia dudar de si parar o seguir adelante…
Ahí fue cuando decidimos acelerar, por que no era momento de parar.
Aunque claro, escribir esto en diciembre me resulta mas fácil que pensarlo en abril…
Pero ahora miro atrás y estoy orgulloso de ver que ese riesgo asumido ha significado que hoy tenemos una nueva Lanzadera sin límites, con más iniciativas, más compañeros de viaje y más adaptada a las necesidades de nuestros clientes, los emprendedores.
Adiós Lanzadera.
Lo que viene en el 2021…
Mucho ojo a los efectos secundarios de las decisiones tomadas o no tomadas en la pandemia…
En el próximo año se verá el resultado de los caminos que tomamos en tiempo de crisis. Como siempre digo, la creatividad sale de la angustia, y en 2021 veremos quiénes fueron los más creativos y salen reforzados de esta crisis.
Mis deseos para el año nuevo
La mascarilla de la felicidad
Hemos aprendido a leer los ojos y comprender qué siente el de al lado sin ver su cara al completo. Pero tras esas mascarillas, espero que todos traigamos una sonrisa y que seamos capaces de ver el lado bueno de las cosas para afrontar las adversidades de la mejor forma.
El virus del trabajo duro
Trabajar, trabajar y trabajar. Porque sin esfuerzo, no hay paraíso 😉
Una vacuna de positivismo
Le pido al año nuevo una dosis de vacuna de positivismo, hará con nuestro esfuerzo y compromiso que pronto todo esto sea un recuerdo donde destaquen los aprendizajes. Mi consejo: tómate unos segundos para pensar qué has aprendido de todo esto.
Hay una frase que me encanta…
No puedes controlar lo que sucede a tu alrededor, pero sí está en tu mano cómo actuar y cómo sentirte.
Y mucha pandemia de emprendimiento e innovación
De la única pandemia que me gustaría oír hablar este año es la del emprendimiento e innovación. Estoy convencido de que necesitamos más emprendedores capaces de crear empresas sólidas y sostenibles que generen empleo y mejoren nuestro tejido empresarial.
¿Y tú? ¿Cuáles son tus deseos?
¡Felices Fiestas y Feliz Año!