Los errores más comunes a la hora de emprender

Tras varios años analizando startups durante el proceso de selección de Lanzadera, hemos podido ver numerosas tipologías de empresas.

Los emprendedores, además de tener ganas de arriesgar o una visión innovadora, también suelen cometer ciertos errores comunes.

¿Qué errores son los más comunes al emprender?

1. Elegir mal el equipo

En la empresa como en muchos otros aspectos de la vida, el éxito o fracaso depende en gran medida de la gente que te rodea, ya que puede influir mucho en el resultado de la misma.

Cuando creamos una empresa, solemos apoyarnos en gente cercana (amigos, familiares…) sin fijarnos en sus capacidades para el rol que van a tener que desarrollar.

Para evitar este error debes priorizar lo que es mejor para la empresa frente a los ‘amiguismos’.

También es importante contar con un equipo multidisciplinar, con perfiles complementarios. De esta forma, lo que para uno son debilidades, para otro son fortalezas.

Además, cuando conviven perfiles variados en la compañía, contarás con diferentes puntos de vista que pueden hacerte reflexionar mejor en ciertas decisiones.

2. No delegar

Al principio es normal que como founder seas un poco ‘hombre orquesta’ y tengas que hacer de todo en la empresa, ya que los recursos con los que cuentas son limitados.

Contratar a la mejor persona posible para cada rol, ya que van a ser tus compañeros de viaje y a largo plazo notarás la diferencia.

Una vez que el volumen va creciendo, debes empezar a delegar poco a poco funciones en otras personas. Y como ya hemos mencionado en el punto anterior, si te rodeas de un buen equipo, te será más sencillo delegar en él.

3. Desconocimiento del sector

A la hora de emprender, debes ser experto en el sector en el que lo haces.

Puede ser que ya tengas experiencia en el mismo (por haberte dedicado a él) o puedes llevar a cabo una investigación a fondo para conocerlo mejor.

Debes saber la situación actual del mercado al que te diriges.

Conocer qué otras empresas operan en ese mercado y si pueden actuar de manera complementaria a tu solución o son competidores.

De esta forma, encontrarás más fácilmente el nicho en el que podrás aportar el máximo valor.

4. Creer que no tienes competencia

Es muy común encontrarse con emprendedores que creen que no tienen competencia.

Aunque no exista un producto o servicio exactamente igual que el tuyo, puede que existan sustitutivos que resuelven el mismo problema.

También suele ocurrir que se identifican solo una pequeña parte de los competidores, ya que no se tienen en cuenta los productos o servicios alternativos.

Un ejemplo claro es la restauración, ya que, si vendes hamburguesas, la competencia no son solo los restaurantes que también ofrezcan hamburguesas, sino todos los restaurantes de la zona, ya que satisfacen la misma necesidad.

5. Enamorarte del producto

Muchas veces se presta excesiva atención a crear un producto sin antes haber identificado correctamente el problema.

Es importante validar que existe un problema y que nuestro producto lo resuelve.

Para realizar esta validación, no hace falta tener el ‘producto perfecto’, sino un primer prototipo o MVP que te ayude a confirmar que existe la necesidad.

A partir de ahí, ya puedes ir mejorando tu producto, pero escuchando el feedback de tus primeros clientes, ya que muchas veces se tiende a pensar que cuantas más funcionalidades ofrezcas, mejor será tu producto y más venderás.

Prestando atención a tus clientes, te darás cuenta de los detalles que les aportan un valor diferencial, y podrás evitar desarrollar funciones que no necesitan.

6. No medir correctamente

Como bien sabrás, es muy importante medir y analizar los datos de la compañía.

Lo que no se mide no se mejora.

Desde el número de clientes, hasta la cifra de venta, pasando por los usuarios activos o la tasa de repetición.

Hay infinitas métricas, pero debes tener claros los KPIs clave de tu negocio, como medirlos y quienes son los encargados de hacer que la empresa llegue a ellos.

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Estos son algunos de los errores con los que más nos hemos encontrado, aunque cada empresa es un mundo y cosas que funcionan en unas, pueden no funcionar en otras.

Si te interesa saber más, puedes echar un vistazo a nuestro post Deja de mentirte a ti mismo y presta atención a tus vanity metrics, donde identificarás las métricas más optimas para cada modelo de negocio.

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